Estimado rector y amigo:
Estoy honrado de la invitación a participar en la ceremonia presidida por usted el día de mañana para tener un intercambio de ideas sobre el significado de lo que fue el 3 de octubre de 1988. Sin embargo, el día de hoy se me ha informado que pueden haber algunos problemas en dicha actividad y que, tal vez, sería prudente que no participara de la misma.
Lo he meditado y creo que, si hay personas que consideran que no es posible realizar un acto con tranquilidad propia de un claustro universitario para conversar sobre una fecha tan determinante en la historia de Chile, es algo que nadie puede aceptar. Estoy seguro que se tomarán las medidas adecuadas para realizar el acto con tranquilidad.
Me he permitido poner esto en su conocimiento, porque me pareció que no debía guardar esta información. Voy por el cariño que tengo a la universidad que me formó, y por el apoyo a determinadas tareas que realicé en ella como director de la Escuela de Ciencias Políticas o como Secretario General de la misma.
Espero que esta nota no lo distraiga de sus importantes actividades como un tema menor, pero que dice relación con la forma como debemos entender el trabajo dentro de la universidad.
Le saluda cordialmente, su amigo
Ricardo Lagos Escobar
4 de octubre de 2018
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